Isaías 12:1-2
En aquel día dirás: Te alabó Señor, porque aunque te enojaste contra mí, tu enojo se apartó, y me has consolado. Dios es mi salvación, confiaré y no temeré. Mi fortaleza y mi canción es el Señor, El Señor que has sido mi salvación.
En muchas ocasiones le hemos fallado a Dios, pero con todo y eso Dios nos sigue amando. Uno piensa y cree, que porque cometimos un error Dios ya no nos ama y eso no es así.
Dios nos perdona todas las veces que sea necesario. Siempre y cuando vayamos de rodillas ante él, y reconozcamos de todo corazón que le hemos fallado. Confiemos en el gran amor que Dios tiene a nosotros, él nunca nos dejará solos.