Salmo 3:3
Más tú, Señor eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
La protección que necesitas para todo lo que vayas a hacer proviene de Dios. Él es tu escudo, Él guarda tu vida, te rodea de favores y misericordias y es quien te devuelve la dignidad para no andar cabizbajo(a).
Pon en Él toda tu confianza y jamás serás avergonzado(a) porque su esperanza y sus promesas producirán en ti un gozo y una paz que te fortalecerán en todo momento y confirmarán su propósito en tu vida.