Juan 15:16
«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca».
El deseo de Dios es que tu vida sea fructífera, pero eso no se logra haciéndolo a tu manera. Tu realización plena se cumple cuando pones en práctica los principios correctos y te mantienes fiel a las convicciones que Dios te da en su palabra.
Toma en consideración la forma en que Él quiere dirigirte, permite que su soberanía opere en ti y te de ideas claras de cómo lograr el cumplimiento de su voluntad en ti, ése es el mayor triunfo de tu historia.