Salmo 40:1-2
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación.
Esperar en Dios no es una postura pasiva. Esperar en Dios es activarnos en nuestras tareas diarias, poniendo nuestra confianza en Él, creyendo que sus palabras sostienen nuestra vida.
No vivas en ansiedad ni en afán. Vive en confianza, seguridad y estabilidad en Dios. Él cuida de ti. Tú vida está escrita por su mano y cada palabra que te ha dicho, indudablemente se cumplirá.