Salmo 34:4
Busqué al Señor, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores.
El antídoto contra el temor es buscar la presencia de Dios. Cuando su presencia está en nosotros, sus respuestas son claras ante toda circunstancia que atravesemos y su paz gobierna nuestros corazones.
Hoy es día de buscar la presencia del Señor, día de ser libres de todo temor, erradicarlo de nuestras vidas y confiar en su perfecta voluntad para con nosotros. Una respuesta del Señor te libera para siempre de todo temor.